En los últimos años, promover la igualdad ha pasado de ser una tendencia empresarial a una obligación corporativa. Cada vez son más los trabajadores que exigen el mismo trato por parte de sus compañeros, superiores y compañías. Sin lugar a dudas, la igualdad en el ambiente laboral es una necesidad urgente para toda empresa que desee retener a sus empleados y satisfacer sus necesidades.
No debe dejarse de considerar que la percepción que la plantilla tiene de tu empresa repercute directamente en su desempeño y productividad. Estas dos cuestiones son fundamentales para aumentar las ganancias y el éxito de tu corporación. Si deseas promover la igualdad en el trabajo y beneficiarte de una notable mejora en el clima laboral, continúa leyendo.
A comienzos del siglo XX, las mujeres comenzaron a movilizarse para promover la igualdad de género en la empresa. Deseaban integrarse a la fuerza laboral y, por lo tanto, obtener los mismos beneficios, las mismas responsabilidades y las mismas obligaciones que los hombres. En la actualidad, no solo se busca promover la igualdad de género en las empresas, sino la igualdad en todos los ámbitos. Cada vez más compañías tienden a la creación de un ambiente laboral inclusivo, en el cual se celebran las diferencias en lugar de censurarse.
Las nuevas generaciones buscan empresas comprometidas con la igualdad. De hecho, exigen que se les considere según sus capacidades, sin tomar en cuenta variables como el sexo, la raza o la religión. Implementar este nuevo enfoque en tu organización puede resultar sumamente positivo. Al fin y al cabo, promover la igualdad en el trabajo repercute en un mejor clima laboral y una mayor satisfacción por parte de los empleados. Así, se incrementa a su vez la tasa de retención de trabajadores y, también, la productividad. Suena bien, ¿verdad? Descubre cómo lograrlo.
Una de las principales actividades para promover la igualdad de género que puedes poner en práctica es el pago de salarios acordes al cargo, sin diferencias entre sexos. La verdadera igualdad en el ámbito laboral radica en la valoración del talento por sobre el género. Da igual, si se trata de un hombre o de una mujer, paga lo que corresponde. Y recuerda: todos tus empleados del mismo nivel jerárquico deben cobrar lo mismo.
Dentro de este punto, también merece la pena mencionar los beneficios. Si un hombre recibe cobertura médica para su esposa, una mujer debería recibir el mismo beneficio para su marido. Ninguna característica personal debería influir en la recompensa por un trabajo bien hecho. Para ello, crea un listado de salarios y beneficios, y respétalo de acuerdo con la jerarquía de cada empleado.
2. Capacita a toda la plantilla
En el pasado, algunas empresas definían quiénes accedían a la capacitación en base a su género, su raza o su condición social. Esto ha quedado totalmente en el pasado. La tendencia es capacitar a toda la plantilla como manera clara de promover la igualdad en el trabajo. Si lo piensas, tiene sentido.
Por un lado, inviertes en el conocimiento generalizado de todos tus empleados. Es decir que buscas que todos sean mejores y, por lo tanto, rindan más. Por otra parte, colaboras en la manutención de una moral y un nivel de satisfacción altos. Sin lugar a dudas, esto repercutirá en el mediano y largo plazo en un mejor clima laboral y una mayor eficacia.
Si te preguntas cómo promover la igualdad, la diversidad y la inclusión, aquí tienes la respuesta: promociona a quien se lo merezca. La meritocracia es la base de una empresa saludable. Algunos trabajadores se esfuerzan regularmente para alcanzar los objetivos; otros logran incluso sobrepasarlos.
Premia a tus empleados con actuaciones contundentes y regulares. Evita concentrarte en nociones sin importancia. Lo único verdaderamente crucial a la hora de promover a alguien es evaluar su desempeño a lo largo del tiempo, su compromiso y su fidelidad. Deja que las promociones sean una recompensa para aquellas personas que verdaderamente se implican en tu compañía.
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Probar GratisToda normativa relativa a la igualdad debe asentarse por escrito. Por supuesto, este documento debe recogerse en el gestor documental de tu empresa y ser accesible por todos los empleados. De hecho, debería ser abordado durante el proceso de inducción de nuevos contratados. Dentro de este archivo, deben quedar claros los protocolos contra el hostigamiento y el acoso sexual.
Puntualmente, deberían aclararse situaciones que constituyen estas dos figuras que merman la igualdad en el ambiente laboral. No importa si consideras que tus empleados son personas de mente abierta, existe un sesgo inconsciente que resulta difícil de abordar y que puede atacarse solamente cuando se reconoce. Una vez cada empleado comprenda su situación particular, podrá luchar contra estos preconceptos y acatar las normas organizacionales.
Una de las mejores actividades para promover la igualdad de género es el reconocimiento de logros. Los empleados se esfuerzan día a día para alcanzar las metas empresariales. Al lograrlas, deberías ser reconocidos abiertamente frente a todos sus compañeros, sin que prime el sexo ni la raza ni ninguna otra variable personal.
Para dar lugar al reconocimiento igualitario quizá puedas crear un boletín de noticias interno en el cual asentar dichos logros. U optar por el desarrollo de una red social empresarial en la que se compartan los avances o grandes éxitos de cada departamento. En dicho apartado, podrían consignarse a los “empleados del mes”.
Hasta hace algunas décadas, la selección de curriculums vitae se cimentaba en la eliminación de candidatos sobre la base del sexo, la edad, la religión o la raza. Esto ha cambiado. Si realmente deseas promover la igualdad en el trabajo, emplea una perspectiva inclusiva durante todo el proceso de reclutamiento. Así, deberías posibilitar el acceso al puesto a cualquier persona que reúna las características idóneas para el mismo. Para ello, deberías asegurarte de que el anuncio aparezca publicado tanto en medios tradicionales como digitales y que la candidatura pueda ser recibida de diversas maneras.
Una vez obtenidos los CV de los candidatos, el encargado de Recursos Humanos debería evaluarlos en relación con la trayectoria laboral y experiencia, más que en relación a su edad, su género o sus estudios. Muchas personas no han podido recibir una educación universitaria y, sin embargo, cuentan con los conocimientos necesarios para triunfar en un puesto. Deja de lado los preconceptos. Analiza a cada candidato de manera lo más objetiva posible. Para ello, podrías crear una escala numérica que permita ponerle nota a cada uno en relación con diferentes variables totalmente relacionadas con el puesto.
Una cultura inclusiva es aquella donde todos los trabajadores son considerados y evaluados de la misma manera, sin que sus características particulares influyan en ello. Generar una cultura inclusiva es esencial para promover la igualdad en el trabajo. Con el fin de alcanzar este objetivo, todo directivo debe estar entrenado para saber reconocer problemáticas de igualdad y actuar en consecuencia.
Asimismo, puede ser interesante informar periódicamente a los empleados sobre cualquier cambio realizado en las políticas de la empresa, así como también en las leyes nacionales. El contexto va cambiando y, con él, las leyes vigentes. Mantenerse al día y respetar dichas modificaciones ayuda a que la cultura sea abierta y amigable con toda clase de personas.
Escuchar a los empleados es una de las maneras más eficaces de promover la igualdad. ¿Sabías que aún en empresas que consideran tener una cultura inclusiva se producen casos de discriminación? Dejar las puertas abiertas para que todo trabajador pueda dejar en claro su postura y sentimiento es esencial para combatir el acoso laboral.
Lleva a cabo un curso de escucha activa y pon en práctica sus consejos. Asimismo, implementa una plataforma de comunicación bidireccional que permita a tu plantilla comunicarse contigo de manera rápida, directa y discreta. Los correos electrónicos y chats internos son buenas herramientas para esto. Sin embargo, las llamadas y videollamadas pueden ser más útiles todavía, al contribuir a una relación más cercana. Bitrix24, por ejemplo, te ofrece todas estas herramientas de comunicación, además de cientos de otras funcionalidades colaborativas.
Promover la igualdad no implica solamente considerar a los empleados, sino trabajar en la igualdad global en todo ámbito relacionado con la empresa. Esto es evaluar, también, el comportamiento con respecto a los clientes. Para lograr este fin, se recomienda verificar toda comunicación formal de la empresa.
Si realmente estás trabajando por una cultura inclusiva, presta atención a los correos electrónicos que se envían regularmente, a los boletines de informaciones, la publicidad y la atención al cliente. Asegúrate de que cada pieza comunicacional esté libre de lenguaje discriminatorio o sexista.
¿Alguna vez has evaluado la representatividad de cada grupo social en tu empresa? ¿Sabes acaso cuántos hombres y mujeres trabajan allí? ¿Qué edades prevalecen? ¿A qué raza pertenecen? Contar con métricas que evalúen las diferencias te permitirá detectar sesgos en los procesos de selección de personal. Además, estos resultados podrán señalarte si se favorece a algún grupo en particular a la hora de las promociones o capacitaciones.
Los programas de Recursos Humanos recolectan toda clase de informaciones relativas a cada miembro de la plantilla. Sobre esta base, se elaboran informes que te permitirán determinar el desempeño laboral, pero también posibles desigualdades dentro de tu compañía. Una vez detectadas, será momento de poner manos a la obra y solucionarlas.
Como has podido descubrir, promover la igualdad se ha convertido en una cuestión fundamental de cara a los deseos y necesidades de las nuevas generaciones que se incorporan a la fuerza de trabajo. Los millennials y Gen Z no conciben una realidad discriminatoria y prefieren a las empresas que invierten en actividad para promover la igualdad de género, raza, edad, religión y otras características. Ellos buscan crecimiento, desarrollo y, también, diversión en el trabajo.
No te quedes en el pasado. Actualízate. Revisa los protocolos de tu empresa y no dudes en modificarlos si las normas no contemplan la igualdad laboral. Contrata talentos poniendo el foco en su experiencia. Da oportunidades igualitarias de capacitación, desarrollo y crecimiento. Escucha atentamente, observa a tu alrededor y, si observas una actitud que no corresponde, actúa sin demoras. Promover la igualdad es una tarea diaria que se debe iniciar en el directorio y continuar por cada miembro de la empresa. Da ejemplo y exige respeto y empatía por parte de todos. Solo así, crearás un clima laboral capaz de retener empleados y brindarles lo que necesitan para trabajar mejor.Regístrate en Bitrix24
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